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Desde nuestra niñez, algo o Alguieñ nos invita a dar un viaje del corazón. Es un viaje lleno de intimidad, aventura y belleza; pero como cualquier cuento de hadas, está lleno de algo más que un poco de peligro. Desatender el susurro de ese llamado es convertirnos en uno de los muertos en vida que viven divorciados de lo más íntimo de su ser: su corazón. El sagrado romance apela a nuestros más caros recuerdos, a nuestros más grande amores, a nuestros más nobles logros. Aun a nuestras más profundas heridas. La recompensa amerita el riesgo. Dios mismo nos anhela, si es que estamos dispuestos...

Publicado en inglés en 1997, El sagrado romance poco a poco se ha ido convirtiendo en un clásico. ¿Por qué tantas personas se han encariñado tanto con este libro? Es que los autores Brent Curtis y John Eldredge ponen palabras a los recuerdos hace tiempo olvidados: Expresan nuestros callados temores en cuanto a la bondad de Dios y nuestra vacuidad. Sin ser sermoneadores ni estereotipados, nos llevan a vislumbrar el corazón de Dios que es tierno, osado y apremiante.

Pero El sagrado romance nos llega al alma porque, más que en cualquiera otra época, hemos perdido contacto con nuestro corazón. Hemos abandonado esa importante puerta de lo que somos por correr tras la eficiencia, el éxito y aun el servicio al Señor.

Si anhela algo más, aun si no sabe qué es ese algo, abra este profundo, libro. Al poco rato se verá yendo de página en páginas para ver qué más dice. El sagrado romance es la historia de nuestra vida; es la historia de Dios. Es una invitación divina a experimentar la belleza, la intimidad y la aventura que secretamente anhelamos.

El finado Brent Curtis fue consejero de consulta privada. Le encantaba la vida al aire libre, la aventura, las películas y la música. Pero lo que es más importante, le encantaba la gente; fue amigo y mentor de muchos. Murió en un accidente en 1998. Le sobrevivieron su esposa, Ginny, y sus dos hijos, Ben y Drew.