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John Piper escribe: «Le diré lo que es una tragedia. Le mostraré cómo desperdiciar su vida. Piense en este artículo de Selecciones del Reader's Digest, de febrero de 1998: «Una pareja se jubiló antes de tiempo; trabajaban en el nordeste del país y decidieron retirarse, con cincuenta y nueve años él y cincuenta y uno ella. Ahora viven en Punta Gorda, Florida, y viajan en su yate de diez metros de eslora, juegan al sóftbal y recogen caracoles en la playa...». Imagíneselos ante Cristo el gran día del juicio: «Mira, Señor. Mira los caracoles que recogí». Esa es la tragedia.

«Dios nos creó para que vivamos con una pasión única: la de dar a conocer su suprema excelencia en todas las esferas de la vida. La vida que no tiene esta pasión, es una vida desperdiciada. Dios nos llama a orar, pensar, soñar, planificar y trabajar, no para nuestra propia gloria, sino para la de Él, en todos los aspectos de nuestra vida».

La mayoría de las personas simplemente pasan por la vida sin pasión por Dios, gastan su vida en diversiones triviales, viven para la comodidad y el placer, y probablemente tratan de evitar el pecado. Este libro le advierte que no se deje atrapar por una vida sin significado.

Le desafiará a vivir y morir haciendo alarde de la cruz de Cristo, haciendo de la gloria de Dios su pasión única. Si usted cree que vivir es Cristo y morir es ganancia, lea este libro, aprenda a vivir para Cristo, y ¡no desperdicie su vida!

Desde 1980 John Piper ha sido Pastor de Predicación en la Iglesia Bautista de Bethlehem, en el corazón de Minneapolis, en los Estados Unidos. Ha inspirado en sus oyentes y en sus lectores la pasión por la supremacía de Dios en todas las cosas, para gozo de todos los pueblos. John y su esposa Miel tienen cuatro hijos adultos y una hija en edad escolar.