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Un libro que aborda un tema difícil y escabroso. ¿Por qué permite Dios que sus amados, el pueblo escogido que le honra y le sirve, se vea, a veces, abatido y azotado por pruebas y calamidades que exceden, muchas veces, incluso a las de aquellos que no creen en El?

¿Acaso Dios es quien corta los frenos de un autobús escolar, o hace que se encallen las barreras del tren y observa impasible cómo tres docenas de niños cristianos, que venían cantando «Cristo me ama, me ama a mí...», se estrellan contra los vagones?

Aunque a primera vista esta pregunta pueda parecer irreverente y sacrílega, en realidad ha turbado las mentes tanto de cristianos como de no cristianos desde los tiempos de Job.

Por ello, el autor, un hombre que ha apurado como cristiano la copa del sufrimiento, quiere aportar con este libro a todos, cristianos y no cristianos, una nueva visión y una respuesta a la eterna pregunta: ¿DONDE ESTA DIOS CUANDO SE SUFRE?